Segovia pierde 80 autónomos en 2017, el menor descenso regional
El número de autónomos se incrementó en 10.468 personas en toda España en 2017. Sin embargo, Castilla y León perdió en el último año 2.591 trabajadores por cuenta propia, un -1,3 por ciento, lo que supone la segunda mayor pérdida porcentual del año de todas las comunidades autónomas, solo por detrás de Asturias. Por ello, según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), “es un año para olvidar”. “Cerramos un año en negativo que contrasta con la evolución nacional o de otras regiones españolas en las que los autónomos han sido escuchados y se les ha considerado un motor para el empleo”, asegura Soraya Mayo, presidenta de ATA Castilla y León.
Todas las provincias de la región perdieron afiliados al RETA en 2017, incluida Segovia, que perdió 80 autónomos en el último año y lo cerró con 14.576. A pesar de ser un dato negativo, Segovia es la provincia con el menor descenso en el número de trabajadores por cuenta propia, tanto en términos absolutos como porcentuales (-0,5 por ciento).
Y es que el resto de las provincias perdió más de un centenar de autónomos en 2017, destacando los números de Valladolid, con 669 afiliados al RETA menos (-1,8 por ciento); y de León, con 459 menos (-1,2 por ciento). En términos porcentuales, Soria se situó a la cabeza, con una caída del -3,1 por ciento (253 autónomos menos).
Por género, fueron los varones los que más autónomos perdieron en 2017 en la Comunidad, un 1,4% menos —el descenso de mujeres fue de un punto porcentual—. Mientras que el sector con el mayor descenso fue el de la Hostelería con 534 autónomos menos (-2,4%).
Para Mayo, “2017 ha sido un año récord para el empleo en España. Y sin embargo una oportunidad perdida en nuestra región, un tren que hemos dejado pasar de largo. Y es que muchos están esperando a este enero para poder acogerse a la ampliación de la Tarifa Plana”.
La presidenta de ATA Castilla y León cree que “los autónomos serán protagonistas del empleo en 2018 si se empiezan a hacer las cosas bien. Este año se cierra en negativo por un conjunto de circunstancias que van más allá del fracaso de las políticas de autoempleo: los negocios no habían madurado lo suficiente para consolidarse y la dispersión poblacional ha dejado de ser un problema social para ser un problema económico. Es, insisto, un año para olvidar o para analizar en profundidad y que no se vuelvan a repetir los errores de 2017, de hacer medidas sin contar con los autónomos”.
Compartir noticia: