¿Por qué ser optimista cuando estás buscando #trabajo?
Hace unos días leía un artículo en un blog que trataba de la positividad, de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Sin querer empecé a relacionar todo aquello que leía con el caso concreto de buscar trabajo. Sin duda un momento difícil y en muchos casos, marcado por el estrés y la frustración.
El artículo decía que ser positivo ante las situaciones que tenemos que vivir día a día es fundamental para ver las cosas con claridad y poder actuar de manera correcta, sacando lo mejor de nosotros. Además, sin duda alguna, ser optimista o pesimista va a influenciar directamente nuestro bienestar físico y mental.
Ser optimista y sus beneficios psicológicos
A veces confundimos tener un pensamiento positivo con ignorar todo lo negativo que se presenta en nuestra vida. Nada que ver. El pensamiento positivo te ayuda a sacar lo mejor de cada situación, ayudándote a encontrar soluciones. El pensamiento pesimista solo verá oscuridad, haciendo que tu ánimo decaiga y que aparezcan síntomas como la ansiedad y el estrés.
Los pensamientos positivos o negativos nacen de dentro de nosotros, a partir de un diálogo interno, de una conversación con nosotros mismos. De este diálogo pueden surgir pensamientos más racionales, encaminados hacia la positividad, o ideas sin fundamento capaces de originar pensamientos negativos. Si tienes más de un tipo que de otro tendrás una u otra actitud ante la vida.
En la tarea de buscar trabajo, en muchos momentos sentimos desánimo, frustración, estrés o ansiedad. Pasan los meses y no encontramos un buen empleo. Es en estos momentos donde la actitud que tengamos va a marcar la diferencia entre seguir adelante con positivismo y aminorar el impacto que esta situación está provocando en nuestro ánimo, o dejarnos llevar por el desánimo y la depresión guiados por todos los pensamientos negativos que nuestra cabeza está generando.
Tener pensamientos positivos es beneficioso para nuestra salud, especialmente para la salud mental. A lo largo de la búsqueda de empleo, muchos van a ser los momentos en los que vamos a sufrir ansiedad y angustia. Mantener una actitud positiva frente a ellos, nos va a ayudar a ser no perder la paciencia y a seguir viendo las cosas con calma y claridad consiguiendo una vida más armónica y equilibrada. Algo que bien puede asemejarse a la felicidad.
Y todo esto además va a repercutir sobre nuestra salud física, ya que está demostrado que el optimismo aumenta la esperanza de vida en un 5,4%.
Centrarse en lo que está saliendo bien
A lo largo del día suceden muchos acontecimientos y no todos son negativos, vamos a fijarnos más en lo bueno que ha tenido nuestro día, repasando por la noche todo lo que nos ha hecho feliz a lo largo de la jornada.
Tomar las riendas de los pensamientos
En el momento en el que aparecen los pensamientos negativos es cuando debemos tomar el control. Ver de dónde parten y cómo darles la vuelta para sustituirlos por otros más positivos. Debemos llevar las riendas. ¿Sabías que prácticamente el 90% de las cosas que nos preocupan nunca llegan a suceder?
Ser agradecidos con todo lo que nos rodea
Desde que nos levantamos hasta que volvemos a la cama, tenemos que dar infinidad de gracias por un montón de cosas. Intenta buscar aquellas por las que sentirse agradecido: salud, familia, amigos o trabajo. Hacer una lista con 3, será suficiente.
Adoptar una vida saludable
Ya decían los sabios “mente sana en cuerpo sano”. Practicar ejercicio de forma habitual o llevar una alimentación equilibrada son dos claves perfectas para adoptar una vida saludable que harán que tu percepción de los problemas cambie.
No te exijas demasiado
A menudo somos demasiado exigentes con nosotros mismos. No nos permitimos fallos y, si los tenemos, nos machacamos sin opción a perdonarnos. Es necesario trabajar la autoestima para conseguir ser una persona positiva.
Positividad tóxica o el exceso de optimismo
Debemos ser positivos desde una perspectiva real. La positividad tóxica es aquella que mantiene una actitud optimista y positiva frente a cualquier problema o situación adversa. Sencillamente se mira hacia otro lado, se oculta o se ignora. Con ello se consigue enterrar esos sentimientos y emociones desagradables que deben ser vividos de igual forma que los felices.
Compartir noticia: