Los ingredientes para alcanzar la felicidad en el trabajo
Los ingredientes para alcanzar la felicidad en el trabajo
MONTSE MATEOS MADRID
La satisfacción, el compromiso y la motivación son algunos de los términos que se han incorporado a la felicidad en el trabajo, un concepto en auge que puede caer en la banalidad si las empresas y los empleados no ponen de su parte. Que este tándem funcione es la clave para que la productividad aumente. La conciliación, la iniciativa o el reconocimiento son algunos de los ingredientes básicos.
Dicen que la felicidad en el trabajo es un concepto que, como el talento o el liderazgo, se está gastando de tanto usarse en gestión de personas. La felicidad laboral se incorporó a la jerga de recursos humanos como sinónimo de bienestar y de motivación con un objetivo: aumentar la productividad de los empleados. No es una percepción gratuita: una investigación realizada por los neurólogos Richard Davidson y V.S. Ramachandran y académicos como Shawn Achor, señala que las personas felices son mejores trabajadores. Resulta fácil deducir que, por contra, las personas infelices no son divertidas para trabajar, no agregan mucho valor e impactan de manera negativa a la empresa.
Prueba de la importancia de la felicidad es el Instituto de la Felicidad que creó un conocida firma de refrescos para fomentar políticas que provocaran esa satisfacción que las empresas persiguen en sus empleados. Y, yendo aún más lejos, compañías como Sngular o Comunica + A han incorporado la figura del chief happiness officer (CHO) como la persona que vela por la motivación, el ambiente de trabajo, el desarrollo profesional y la felicidad del empleado.
No se trata tanto de crear un puesto que abandere la felicidad en la empresa como de identificar los ingredientes que convierten una jornada laboral en un elemento de motivación y autorrealización personal. David Tomás, cofundador de Ciberclick y autor de La empresa más feliz del mundo (Ed. Empresa Activa), asegura que para alcanzar ese estado de bienestar laboral es fundamental buscar el sentido del trabajo, que te sientas bien: "Mi estado natural es estar bien y sereno cuando me cae un marrón". En uno de los post que incluye en su blog menciona algunas palabras que deberían erradicarse del vocabulario que se utiliza en la empresa como deadline, departamento, target, recursos humanos, mal, problema, tarde, error, triste y una larga ristra de insultos que lo único que traen son connotaciones negativas y malos rollos, los grandes enemigos de un clima laboral saludable.
Conseguir la felicidad en el trabajo es posible pero... como siempre, es cosa de dos. Por un lado, las empresas tienen que generar las políticas propicias para ello y, por otro, los profesionales tienen que poner un poco de su parte para que todo funcione. Un buen comienzo para conseguirlo es lo que plantea Santiago Vázquez, autor de La felicidad en el trabajo y en la vida (Ed. Lid): "Debemos ser capaces de distinguir a las personas de sus opiniones y no tomarnos las posibles diferencias de opinión como algo personal".
¿Qué es?
María García, cofundadora de Smart Culture, define la felicidad en el trabajo como "el gap positivo existente entre la experiencia de empleado y las expectativas que este tiene. En el caso de que estas perspectivas sean superiores a la realidad que experimenta se produce la infelicidad o frustración laboral". Añade que la felicidad tiene que ver con "la gestión productiva de emociones, la automotivación y el concepto de responsabilidad". Y para huir de la demagogia en el tratamiento de estos valores propone "una gestión efectiva de las expectativas de las personas para lo cual es necesaria una propuesta de valor al empleado transparente y alineada con la realidad, de manera que un candidato entienda qué puede y qué no puede esperar de la empresa con la que va a comprometerse. También es importante que los profesionales dediquen tiempo a reflexionar sobre sus necesidades y valores en el entorno laboral para su incorporación a distintos proyectos".
Las políticas
Nueve de cada diez españoles afirman tener en cuenta las políticas de felicidad a la hora de optar a un puesto de trabajo en una empresa. Esta es una de las conclusiones de la VIII Encuesta Adecco la felicidad en el trabajo, un dato contundente que no se corresponde con otro no menos llamativo: sólo el 15% de los 3.500 trabajadores consultados para realizar este informe cree que las compañías están incorporando medidas relacionadas con la felicidad en el trabajo de forma seria; el 35,5% piensa que lo está haciendo tímidamente; y la mayoría, el 49,3%, considera que las organizaciones aún no están llevando a cabo suficientes políticas de este tipo. Algunas de las iniciativas que más calan entre los empleados son todas aquellas relacionadas con el bienestar y la salud, prioritarias para el 79,9% de los entrevistados, seguidas por las retributivas (70,6%), y las de riesgos laborales (37,6%). Todas ellas con el permiso de las medidas que fomentan la conciliación de vida profesional y personal: los españoles valoran como lo más importante para ser feliz en su trabajo disfrutar de un horario que permita conciliar, con 8,22 puntos sobre 10.
De quién depende
No existe el trabajo ni la empresa perfecta. Tampoco las políticas de gestión de personas capaces de contentar a toda la plantilla: hace tiempo que las organizaciones decidieron eliminar de su discurso el café para todos, de manera que tratan de desarrollar iniciativas a medida de cada empleado. Según el informe de Adecco, el 21,3% de los empleados cree que la felicidad laboral tiene que ver con la motivación que sepan transmitir los jefes; el 15% opina que depende de la empresa; y sólo un 11,2% considera que la felicidad depende de la actitud que tenga el trabajador. Puede que este último dato tenga que ver con el liderazgo, ya que el 23,2% opina que para estar satisfecho en su puesto el jefe debe saber escuchar a sus equipos y tener en cuenta sus opiniones, seguido de tener empatía y saber ponerse en su lugar (20,3%). No parece tan relevante la capacidad del líder para organizar sus equipos y saber gestionar sus tareas y conflictos (17,4%).El informe de Tendencias Globales en el lugar de trabajo 2018 de Sodexo, también ayuda a descubrir quiénes son los culpables de organizaciones más o menos infelices. El 80% de los profesionales está convencido de que la empatía en el lugar de trabajo tiene que evolucionar y, según este análisis, la capacidad de un líder para ser empático tiene la mayor correlación con la rentabilidad y la productividad. La inteligencia emocional se convierte, de esta manera, en la herramienta más poderosa para generar felicidad en todas la facetas de la gestión de personas: selección, reclutamiento, retribución, desarrollo de carrera, reconocimiento, etcétera.
Las herramientas
El bienestar y la salud en el puesto de trabajo son una prioridad para los empleados, una de la excusas para la felicidad laboral. Este hecho ha llevado a los empleados de Sodexo a diseñar Boundless, un programa basado en incentivos que incluye componentes que apoyan la alimentación saludable, el manejo del estrés, el sueño o la buena gestión financiera. Los entrenadores están disponibles 24/7 para apoyo. Probado en compañías de Fortune 500, universidades y comunidades de proveedores de atención médica, tiene una alta tasa de participación y, lo más relevante, es que redunda en un cambio de comportamiento: entre el 40% y el 61% observa mejoras en el índice de la masa corporal; y entre un 45% y un 59% redujo sustancialmente el nivel de riesgo de estrés y agotamiento.
Los manuales
¿Existe un manual de la felicidad? ¿Son los ránkings de las mejores empresas para trabajar una referencia para identificar a las compañías más felices? Los expertos en gestión de personas son incapaces de pronunciarse al respecto. Los futbolines en el lugar de trabajo para hacer equipo, los programas de conciliación, e incluso facilitar el acceso a una dieta saludable no dan la felicidad. La satisfacción es una consecuencia de todas estas políticas, pero no un fin. Cualquiera puede hacer un catálogo que agrupe una serie de medidas, pero de nada sirve sin una comunicación a través de canales con el mínimo de jerarquía, una evaluación de desempeño eficaz, unos desafíos reales que mejoren la autoestima y unas herramientas de desarrollo profesional. En definitiva, la esencia de una gestión de personas eficaz.
Los deberes del año que viene...
Para la empresa
Flexibilidad. Crear estructuras planas para agilizar la toma de decisiones. Generar 'empowerment' y autonomía para propiciar la iniciativa.
Optimismo. Selección de personal enfocada a incorporar personas optimistas. Establecer objetivos motivadores, estructurados y alcanzables.
Confianza. Calidad directiva centrada en hacer de la confianza un valor corporativo a través del ejemplo.
Compromiso. Favorecer un clima laboral adecuado que aumente la implicación de las personas mediante del desarrollo de planes de acción concretos.
Disfrutar. Celebración formal de los éxitos para saborear y deleitarse en el premio al esfuerzo realizado.
Aprendizaje. Formación y capacitación para el desarrollo de los conocimientos y las habilidades.
Encontrar significado. Responsabilidad social corporativa y diseño de códigos éticos. Comunicación transparente para fomentar el valor de la honestidad y la identificación de la compañía.
Para las personas
Ser flexible. Abra la mente, cambiar de opinión no le hace débil. El cambio no es una opción, es la única opción.
Ser optimista. Enfréntese a las dificultades con buen ánimo y perseverancia. Creer que algo va a salir bien contribuye a aumentar las posibilidades de que así sea.
Ser confiado. La confianza es un imán para las oportunidades, ahorra energías y multiplica la productividad de los equipos. Es rentable.
Comprometerse. Cuando se compromete cree, cuando cree, participa y se implica. Comprometido aumenta su capacidad.
Disfrutar y divertirse. El sentido del humor y la risa aumenta la calidad de vida y la sensación de bienestar.
Aprender. Puede convertir el error en una oportunidad para aprender. La clave está en la actitud. La adversidad es un ámbito propicio para el aprendizaje.
Encontrar significado. Lo importante no es hacer lo que ama, sino amar lo que hace.
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