Las nuevas exigencias de los profesionales con talento
IXONE ARANA
La digitalización, un atractivo proyecto y la flexibilidad son decisivos a la hora de escoger un trabajo
Los empleados del futuro decidirán dónde trabajar en función de sus exigencias. Eso es lo que opina el 28% de las 25 empresas entrevistadas por la consultora Trivière Partners para la elaboración de su informe Personas, talento & business en la empresa del futuro, en el que han participado compañías como Seat, Cofidis, Mahou o Edenred. Esas exigencias de los trabajadores han estado en constante cambio desde los inicios de la revolución industrial. Ahora, la transformación que ha traído consigo la digitalización y la importancia de los proyectos marcan las exigencias de los futuros empleados.
El aumento actual en la tasa de rotación de las empresas sumado a las fluctuaciones del mercado hacen difícil retener el talento. Por eso, Laura Clavel, gerente de desarrollo organizacional de Roche Diagnostics, opina que “hay que pensar en el empleado como un cliente”. En ese sentido, las empresas entrevistadas destacan que, de igual manera que será necesario contar con un producto atractivo y con valor añadido y diferenciador, también lo será contar con puestos de trabajo atrayentes y retadores.
La digitalización puede funcionar como aliada de las empresas a la hora de adaptar las exigencias de sus empleados. Gracias a internet, la comunicación directa y sin barreras es posible incluso sin necesidad de conocerse en persona. El hecho de que los trabajadores puedan disponer de información directa de la empresa, además, sugiere que esta tendrá que ser muy responsable con su política de gestión de personas. “Si no das las herramientas a tus trabajadores para que se comuniquen, las crearán ellos”, asegura Pilar Jiménez, directora de recursos humanos y comunicación en APM Terminals Barcelona. En su caso, la empresa ha creado tanto una app del empleado como una intranet para facilitar toda la información de la empresa y obtener feedback a través de una red social interna. “La llegada de internet y, sobre todo, de las redes sociales ha supuesto un cambio tan brutal como lo fue la imprenta en su momento. Si tienes la herramienta, ¿por qué no utilizarla?”, apunta.
El otro eje fundamental, según el informe, es contar con un proyecto interesante. El 32% de las empresas destaca que, a pesar de no renunciar para nada al sueldo, este no será lo único que pesará a la hora de escoger un empleo. Así, el 40% de las compañías prevé que contar con un proyecto potente y retador profesionalmente será clave para atraer talento nuevo. “Se trata de fidelizar, de proponerles un proyecto que los enamore, que les ilusione. Las nuevas generaciones se fijan mucho en el propósito de la empresa, en por qué estamos haciendo lo que hacemos”, argumenta Elisabet Guasch, directora de people & comms en Adevinta.
Por otra parte, un 32% de las compañías señala la reducción jerárquica. La tendencia en los próximos años será democratizar las relaciones intraempresariales y avanzar hacia organigramas más planos, ya que los entrevistados advierten de que los nuevos empleados no tolerarán las antiguas organizaciones, en las que no hay relación directa con la dirección.
Impacto de la pandemia
Además, la crisis del coronavirus ha puesto encima de la mesa otra exigencia que ha llegado para quedarse: la flexibilidad horaria. La posibilidad de conciliar la vida laboral y personal o el teletrabajo se ha convertido en una realidad que los trabajadores de un futuro cercano no están dispuestos a perder. Trabajar en remoto “se va a considerar a partir de ahora una opción realista”, afirma Rafael Pérez, director de recursos humanos en Simetria Grupo. Para algunas compañías, como Papelmatic, el teletrabajo ha servido para “reforzar los valores, la confianza y la autonomía del trabajador”, apunta Imma Fornt, su directora general.
Todos estos avances, según el informe, posiblemente no habrían llegado de forma natural en los próximos 10 años. Los entrevistados coinciden, por tanto, en que lo que toca en este momento es aprovechar las ventajas que han aflorado de este ensayo global obligado por la irrupción del virus. “Nos encontramos en la antesala de un proceso de transformación social y económico sin precedentes, donde la tecnología y la innovación se situarán en el centro”, comenta Guasch. “Ya lo dicen: renovarse o morir”.
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