La comunicación no verbal en la entrevista

Publicada el 03 de agosto de 2019. Fuente: soloempleo

En una entrevista damos mucha importancia a lo que decimos. Pero lo que no decimos también habla por nosotros. 

Ser conscientes de nuestra expresión no verbal y aprender a controlarla es una pieza clave en una entrevista. 

Errores en la entrevista de trabajo.

La comunicación no verbal en la entrevista

La importancia de la expresión no verbal

 

Cuando vamos a hacer una entrevista de trabajo, le damos muchísima importancia a lo que nos van a preguntar, cómo vamos a contestar y si el discurso que hemos preparado es el más adecuado y está en consonancia con el Currículum que les hemos enviado. Pero todo esto, aun siendo muy importante, por sí solo no nos va a abrir las puertas del trabajo.  Existen otros factores determinantes que vamos a ver a continuación.

Debemos tener presente que la comunicación no verbal ofrece mucha información sobre nosotros, y es importante tener especial cuidado si no queremos ofrecer pistas sobre cómo nos sentimos. No importa que estemos quietos o callados, ya que nuestros gestos, nuestra postura, las expresiones de nuestra cara o la apariencia en general hablan por nosotros, y pueden resultar determinantes. Pueden ayudarnos pero también nos pueden jugar una mala pasada y cerrarnos la puerta a un buen trabajo. Imagina que estás diciendo a alguien que eres una persona muy cuidados con los detalles y que te importa mucho la apariencia y en tu chaqueta hay una mancha o te falta un botón. ¿Crees que te va a creer? ¿Podrá confiar en ti? Probablemente no.

Consejos para mejorar tu comunicación no verbal

Vamos a ver algunos consejos para mejorar tu comunicación no verbal y que todo lo que transmitamos hable de manera positiva sobre nosotros:

La mirada es un elemento muy importante de la comunicación no verbal, ya que los ojos son una de las partes más expresivas del cuerpo. La mirada huidiza o esquiva se interpreta como timidez, dificultad para integrarse, sin iniciativa. Bajar la mirada es signo de incredulidad. Por lo tanto, lo recomendable es mirar a la cara al entrevistador pero no de forma excesivamente continuada o desafiante, para transmitir interés, concentración y confianza en ti mismo.

Sonríe, la sonrisa ayuda a empatizar con tu interlocutor, y hazlo de manera amplia y sincera, trasladará una imagen positiva.

Evita barreras. No cruces los brazos ni cierres los puños ya que creas una barrera con la que intentas alejar de ti lo que no te agrada o te molesta. Esta barrera la puedes crear también poniéndote un bolso, una carpeta, chaqueta, etc. Evítalo, transmites miedo a los retos.

Cuidado con la postura al sentarte. El cruce de piernas también transmite actitud negativa hacia algo o alguien. Si en algún momento lo haces, procura no balancear un pie, ya que denotarás aburrimiento y desidia. ¡Cuidado! si te sientas de manera excesivamente cómoda, te verán como un arrogante. Mantén una postura erguida y natural al estar sentado, y así te verán como alguien seguro y sincero.

El saludo. Podemos saludar con dos besos o con un apretón de manos. El primer saludo lo utilizamos con personas cercanas, el segundo, con desconocidos. Si el apretón es débil, muestras pasividad y falta de confianza en ti mismo, si por el contrario, el apretón es demasiado fuerte, transmites agresividad y un carácter dominante. Trata de dar un apretón que se sitúe entre los dos que hemos descrito, un término medio, así mostrarás confianza y seguridad en ti mismo.

Mide los espacios. Respeta el espacio personal del entrevistador para que no se sienta invadido o intimidado. Manteniendo un metro de distancia con el entrevistador, le demostraremos educación y respeto.

Cuida tu imagen. La imagen influye mucho en las primeras impresiones. Debes tener una imagen cuidada y adecuada a la situación, ten en cuenta que no vas igual vestido a una fiesta que a hacer la compra o a una entrevista de trabajo. Tener una imagen cuidada y aseada abre muchas puertas. Recuerda que no tendrás una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión.

Volumen de la voz. El volumen de nuestra voz, el tono con el que hablamos o la velocidad de nuestras palabras también pueden aportar información. Por ejemplo, cuando hablamos por teléfono por el tono de voz con el que nos hablan podemos intuir que la noticia va a ser buena o mala, o si simplemente ocurre algo fuera de lo normal. Por eso es importante controlar nuestro tono y velocidad de forma que transmitamos la mayor seguridad posible.

 

Todo nuestro discurso durante una entrevista, por muy bueno que sea nuestro currículum, puede irse por la borda si nos traicionan el instinto y las emociones, que son los que van a manejar y a influir de manera importantísima en nuestra forma de comunicarnos, por ello es de vital importancia practicar y controlar nuestra comunicación no verbal.

Con todo esto que hemos visto, ¿Crees que ahora estás mejor preparado para afrontar una futura entrevista de trabajo? Puedes practicar en tu día a día, cada vez que te juntes con otras personas, mantengas reuniones o simplemente una charla informal, y podrás comprobar sus resultados. ¡Mucho ánimo y a por todas!

 

Autor: Amaia Cañas

Amaia Cañas, licenciada en Ciencias de la Información, cuento con amplia experiencia en el ámbito de la empresa y de la orientación laboral. Comprometida con la Responsabilidad Social tanto en la empresa como en nuestro día a día, procuro seguir aprendiendo en cada momento.


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