Dime qué competencias quieres y te diré qué voluntariado hacer
¿Crees que eres una persona que necesita reforzar su capacidad de organización? Te contamos qué tipo de voluntariado es para ti.
Como ya definimos en la primera entrega de esta serie de post sobre voluntariado y competencias, las competencias son la capacidad real y demostrada que tiene una persona para realizar con éxito una actividad de trabajo, o de voluntariado, específica.
A la hora de hablar de competencias tenemos que tener en cuenta ante cuál de ellas nos encontramos. Las primeras que vamos a analizar, con ayuda del estudio de la plataforma Reconoce: ‘La situación del voluntariado juvenil ante el empleo: competencias y empleabilidad’, son las competencias que permiten al individuo gestionar su trabajo y el de l@s otr@s, de una manera eficaz en un entorno complejo.
Las competencias organizativas son las que tienen que ver con la eficacia del trabajo de un@ mism@, así como del que se desarrolla en un entorno más amplio y afecta a otr@s. Como por ejemplo, la coordinación de actividades y personas.
Dentro de estas capacidades, consideradas más “directivas”, encontramos:
- Capacidad para liderar iniciativas: esto es, no solo dirigir el trabajo de otr@s, sino el propio, además de tener la capacidad de tomar la iniciativa para poner tomar las riendas de una actividad.
- Organización y planificación: esta competencia resulta fundamental para ajustarse a los procesos y gestionar el tiempo de trabajo con mayor eficacia.
- Fiabilidad técnica y personal: es muy importante mantener siempre un comportamiento adecuado y las emociones bajo control, para poder cumplir con los compromisos.
Existen muchas ofertas de voluntariado en las que puedes adquirir, poner en práctica y/o seguir desarrollando todas estas competencias organizativas de las que te hemos hablado. Algunas de esas situaciones son:
- Cuando desempeñas un perfil de coordinación, bien sea coordinando un proyecto o coordinando personas, en el momento en que tu función es acoger a otr@s voluntari@s o también cuando lideras una actividad con un grupo de beneficiari@s.
- Cuando te ofreces para dar clases, bien sea de apoyo escolar a menores, de informática a personas desempleadas o la enseñanza de idiomas.
- Cuando realizas un trabajo técnico esencial para la entidad como, por ejemplo, desarrollar una base de datos o diseñar un plan de comunicación de la organización.
- Cuando llevas a cabo un voluntariado profesional, que requiere que tengas unos conocimientos y experiencia específicos como, por ejemplo, l@s abogad@s o l@s psicólog@s.
- Cuando apoyas el desarrollo de un proyecto desde su investigación, hasta el contacto con participantes y la organización de eventos.
- Cuando participas en una actividad que requiere ser muy organizado y previsible, como cuando haces voluntariado en un banco de alimentos.
Aquí puedes encontrar oportunidades de voluntariado.
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