Cómo sobrevivir a la vuelta al trabajo con muchas ganas
Después de unas semanas de ocio, celebraciones sociales, momentos de relax y compartir alegrías, llega el momento de regresar al trabajo. Y, con ello, de identificar qué reacción y emoción nos produce nuestra vuelta. La clave es descubrir si volver a la rutina profesional supone para nosotros algo estimulante o, por el contrario, un acto tedioso.
Si tu caso es el primero, te doy la enhorabuena. Quiere decir que tu trabajo te inspira y te reta constantemente. Tu propio crecimiento personal y el profesional van de la mano. Y es precisamente esa sensación de progreso la que te alimenta. Si, por el contrario, tu situación es la segunda, te invito a que sigas los siguientes pasos:
CAMBIA, CAMBIA Y CAMBIA.
Respóndete de qué forma vas a transformar tu situación, hasta alcanzar el punto en el que estés deseando poner un pie en el trabajo. ¿Necesitas un cambio de departamento? ¿Una promoción? ¿Un nuevo proyecto? ¿O, simplemente, arreglar un conflicto con un compañero y que tus relaciones profesionales sean extraordinarias? Sea lo que sea, cambia todo aquello que no te gusta. Empieza por ti mismo y tu forma de aproximarte a lo que ocurre a tu alrededor. Conviértete en un absoluto generador de cambios. Haz una lista de las cinco primeras cosas que necesitas mejorar y lucha por ellas para que tu vuelta al trabajo sea todo un éxito.
ÁRRATE A AQUELLO QUE TE ILUSIONA.
Tu norte está donde están tus ilusiones. Busca un objetivo o un propósito que te enganche y te obligue a superarte constantemente. Huye de lo estático. La solución al tedio la tienes en la respuesta a esta pregunta: “¿cuál va a ser ese reto por el que te entusiasmarás a tu vuelta?”.
EMBELLECE TU VIDA.
Sube la potencia de todas tus esferas, tanto en tu vida profesional como en la personal. En el trabajo, incorpora nuevas formas de trabajar más atractivas. Haz uso de tu creatividad y, por supuesto, de tu buen humor para afrontar las jornadas. Refuerza tu relación con tus compañeros para que se conviertan en tu gran activo en el trabajo. Haz más agradable tu entorno laboral: incorpora plantas, pon música, trabaja en zonas donde haya mayor luz natural e, incluso, cambia la decoración. Tu lugar de trabajo ha de atraerte e inspirarte. Y, por supuesto, embellécete a ti mismo. Aprovecha la vuelta para cuidarte más, estrenar look e, incluso, una nueva personalidad: una versión mejorada de ti mismo. Enriquece, también, tu vida privada y tu ocio; pues el bienestar personal repercute también en nuestro trabajo. En definitiva, tienes que focalizarte en mantener tu equilibrio emocional, cultivar tu serenidad y alimentar tu felicidad. Actividades como hacer deporte, estar en contacto con la naturaleza o tener una vida social satisfactoria hacen que estemos más oxigenados, nos sintamos más plenos y nos carguemos de energía.
Haz de tu trabajo uno de tus sitios favoritos. Y lo será, porque ahí tienes la oportunidad de desarrollarte, de descubrir tus talentos, de ejercitarlos y de contribuir, con ello, en la vida de los demás.
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